–¿Cuál era el manejo que usted tenía de los videos del SIN y desde cuándo?
–Yo guardaba los videos más o menos desde el 99. Montesinos me los traía y me decía: guárdalos. Los guardaba en maletas. A veces él los dejaba olvidados y yo los metía en las maletas, había de los medios de comunicación, de muchas personas.
–¿Y usted los veía?
–En algunas oportunidades los he visto porque él mismo me decía: pon este video, mira cómo está esto, mira cómo el otro, pero, por mi propia voluntad, no me llamaba la atención.
El 2000 ya empiezan los tránsfugas, empieza la campaña presidencial y se empieza a filmar a todos los que entraban y salían del SIN.
–¿En qué momento llegó al SIN la noticia del video Kouri-Montesinos?
–El día 14 al mediodía, más o menos a las 11 ó 12 del día, viene y me dice: “Pollo, Popy Olivera va a dar una conferencia de prensa, a las 4 de la tarde, y dice que va a presentar un video. Entonces, yo le digo: ¿video?, pero lógicamente yo ya sabía cuál era el video. Dice: “qué video será, de quién será”. ¿Y quién te dijo? Uno de los sobrinos, así los llamaba a los Venero, uno de ellos se había enterado de que Popy Olivera iba a pasar el video y que con eso caía el gobierno.
–¿Qué sobrino?
–Montesinos siempre decía sobrinos a los Venero. Empezó a dar vueltas en la oficina. Decía ¿qué video será? A las cuatro de la tarde apareció y me dijo: “Es el video de Beto Kouri. ¿Dónde está el que filmó ese video? Me empezó a reclamar: busca, Pollo, dónde está ese video. Pero no puede ser, el video está acá en la maleta, le dije.
–¿Y en realidad estaba allí el video?
–No, no estaba. Eso es lo primero que contesté cuando él preguntó. Había mucha gente pendiente de lo que iba a sacar Popy Olivera, hasta que proyectan el video y sale él, y me dice: No, ese video es de Kouri, busca, Pollo. Le dije: El video está acá.
Montesinos llama a Huamán y le dice: Busquen ahorita el video. El coronel Huamán y yo empezamos a buscar, pero, en efecto, faltaba el video Kouri-Montesinos.
¿Quién fue?
“Quién se llevó el video Kouri?”, insistió Montesinos. Yo no sé, pero estaba acá, a lo mejor no lo entregaron los secretarios.
De repente salió de ahí, me siguió preguntando. No sé. por lo menos los videos que tú me das yo los tengo aquí en la maleta.
Buscamos y buscamos y al final el coronel Huamán le dijo: Vladi, no hay el video Kouri. “Pero, cómo ha podido desaparecer”. Él nunca, nunca, pensó que yo había sido, siempre les echó la culpa a los secretarios. Fue un escándalo. Trataron de encontrar cómo se filtró, cómo salió. Realmente no había el video, el original salió.
–¿Montesinos sospechó del marino?
–Bueno, él empezó a sospechar del almirante Rozas, empezó a sospechar de los capitanes, de ellos más que todo. Huamán me mira y me dice: Desapareció, señora. Yo le digo: A lo mejor no me lo dieron, porque los videos que me dieron a guardar están acá. No, señora, alguien se los llevó.
A eso de las siete de la noche apareció el coronel PNP Áivar Marca, no venía por cuestiones de seguridad. Montesinos le había prohibido que fuera al SIN, porque el nombre de sus familiares había salido publicado en el caso de las armas de las FARC. “Tu familia está metida en esto y no quiero que me compliquen la vida”, le había advertido.
Pero ese día, el 14, Áivar llegó a decirle: Yo estoy contigo, Vladi, en este momento no te puedo abandonar y empezó a meterle en la cabeza: Ha sido Huamán, o los capitanes o Rozas Bonicelli.
“Con esto me jodí”
En eso Montesinos ingresa, me abraza y me dice: Me jodieron, Pollo, y aquí se acabó todo.
Pero no pienses así, le dije lo de siempre: todo va a salir bien, cosas así. Pero él dijo: no, con esto me jodí, ahora sí que se acabó.
Empezó a desesperarse. Mucha gente vino a apoyarlo. Él decía: de esto tengo que salir. Lo que voy a hacer es que no tenga valor [el video], tengo que moverme ahorita, que esto no tenga valor, es un robo y no tiene ninguna importancia.
Renuncie usted
Empezaron a tomar sus declaraciones a las personas involucradas, a Beto, a Crousillat. Para esto, los fiscales llegaron al mismo SIN. Montesinos decía: van mejorando las cosas. El ex presidente Fujimori lo llamó y le pregunto: ¿qué es lo que pasó?, ¿cómo es que se desapareció el video? No sé, señor, lo que pasó. Pero, no se preocupe, señor, yo le voy a dar solución a esto. Ya va a venir la fiscalía, van a tomar las declaraciones y esto va a quedar archivado.
No, le dijo Fujimori, esto no puede ser así, yo voy a renunciar. Es mi renuncia.
–¿El mismo 14 se lo dijo?
–Sí, el mismo 14, en la noche. No, señor, cómo va a pensar en renunciar, esto va a pasar. Yo me encargo de que todo esto quede en nada. Usted no se apresure.
Fujimori dejó de llamar un día, pero al otro día llamó y le dijo: por qué no me llama, qué está pasando. Después volvió a llamarlo para decirle: tiene usted que presentar su renuncia. Es preferible, váyase, dígame a dónde se quiere ir para ayudarle con su asilo político, quiere irse a Brasil, quiere irse a la Argentina, quiere irse a un país…
–¿De Asia, África del norte, Marruecos?
–A Marruecos, váyase a Marruecos, o a Hong Kong. El mismo ex presidente le dijo: vete a Hong Kong. Entonces él me consulta: Pollo, a dónde me voy, este chino desgraciado me quiere sacar del país a Marruecos o a Hong Kong. ¿Por qué me quiere mandar tan lejos? Lo que pasa es que se quiere deshacer de mí.
Pero no pienses eso, dicen que Hong Kong es muy lindo, se parece a Nueva York. ¿Por qué no te vas? No, ese país tiene otro idioma, la comida, todo es diferente.
Pero hasta que pase esto, ¿por qué no te vas? Y él dijo: no, yo no me voy, antes si quieren que me saquen muerto, pero yo no salgo. Y empezó la rebeldía de no querer salir. Empiezan las discusiones. No, que no y no. El ex presidente manda a los ministros a tratar de convencerlo, le ofrecen que le van a conseguir asilo político. Ahí es donde él dice: ya, me voy. Lógicamente había conversado, tenía muchos amigos. Mucha gente que lo apoyaba. Gente negativa que le decía: no, tú no puedes dejar, cómo te vas a ir, tienes tantos años en este trabajo, pide tus años de trabajo. Hasta que por fin acepta irse, pero pide, como se conoce, una indemnización de 15 millones de dólares. El ex presidente le dice pero de dónde se va a sacar la plata. Al final, Fujimori acepta darle su indemnización, y que se vaya.
Entrevista a Matilde Pinchi Pinchi, Secretaria de Montesinos, Diario La República, Lima-Perú, 22, 23-05-05