martes, mayo 01, 2012

Andrea Motis: ¿Qué es lo que te hace feliz?

Admiro a la joven española Andrea Motis porque buscó, descubrió y desarrolló su talento natural, algo que la apasiona: cantar jazz, tocar el saxo y la trompeta. Su mensaje es: trabajar por lo que a ti te gusta. 
¡Bravo, Andrea!





sábado, marzo 10, 2012

Pequeña flor

   Una de las cosas que me gustan de Almodóvar son los temas musicales que escoge para sus películas. Esta noche vimos "La piel que habito".  Me quedé conmovido con el suave sonido del saxo del tema "Pequeña Flor". Escuché muchas versiones de "Pequeña Flor", pero me quedo con el tema incluido en la película de Almodóvar .  Y para cuando quisiera cantar esta hermosa canción, copié las letras y adjunté la versión interpretada por José Guardiola:


Yo arranqué 
del jardín del amor
una pequeña flor
que en mi pecho guardé
talismán
que me hablaba de ti
que cuidaba de mi
en el bien y en el mal
pero se marchitó 
y perdió su poder
porque ya tu querer 
murió.
Ese amor
que era mi sueño azul
sólo me quedas tú
pequeña flor...
Te guardaré 
toda una eternidad
te besaré
cuando quiera otra vez
soñar
Pues de aquel
sueño de juventud
sólo me quedas tú
pequeña flor...




Aquí la versión de "Pequeña Flor" en la voz de José Guardiola:
http://www.youtube.com/watch?v=AmrqQ9QkZ9A
"Pequeña Flor" interpretada por Sara Montiel:
http://www.youtube.com/watch?v=gAnMuNDWZDw&feature=related
"Pequeña Flor" con el saxo de Andrea Motis:
http://www.youtube.com/watch?v=PYkp9_OgdV0&feature=related

lunes, enero 09, 2012

Huancaya-Yauyos-Lima

Nuevamente bajo el impulso de Chalito salimos en busca de aventuras. Esta vez el destino era Huancaya. Habíamos visto tantas veces los hermosos paisajes naturales en revistas e Internet que decidimos reunir a tres familias con sus respectivos coches: Mivi y David en su Kía Soul; Vladi, Vili, Emi y Nastia en su Toyota y nosotros (Chalito, Aída y Cipa) en un Susuki Gran Vitara.





Salimos de Lima el viernes 30-12-11.  Paramos en El Piloto para probar el afamado Lomo saltado y continuamos hacia Lunahuaná. Hasta aquí una carretera sin mayores problemas. Luego nos dirigimos de Lunahuaná hacia Huancaya  por una carretera asfaltada pero angosta y de doble vía. Subimos cerros, pasamos por precipicios y bajamos varias veces hasta el borde del río Cañete.  Era necesario marchar a una velocidad moderada porque no sabíamos si a la vuelta de la esquina podíamos cruzarnos con coches chicos o grandes. En toda esta ruta fue encomiable el papel cumplido por Vladi y Emi que partieron como "liebre" abriendo el camino, tocando el claxon antes de cada curva para evitar accidentes. A eso de las 3 pm. tuvimos que acampar en un alojamiento antes de subir hacia Huancaya por una carretera angosta y sin asfaltar. Esa tarde llovió a cántaros por varias horas y hasta temimos encontrarnos con derrumbes o deslizamientos en la carretera. 





Cenamos y disfrutamos de la intensa lluvia serrana  -que era mucho más perceptible por el techo de calamina del alojamiento. No paramos de reír y gozar contando historias de cada cual hasta que a alguien se le ocurrió la idea de que en aquel alejado paraje, hundido entre grandes montañas, al lado del  caudaloso río Cañete, en medio de la oscuridad, podrían estar espiándonos pumas y zorros. Era hora de dormir. Mivi no paró hasta poner un seguro a la puerta a pesar de que les conté que cuando en mis vacaciones escolares visitaba al abuelo Estanislao en Cuñi-Huancavelica, era común ver un palo cruzado en la entrada a la casa (no había puerta). Eso era suficiente para que todo el mundo comprendiera que la casa estaba cerrada a los visitantes.





Al día siguiente, 31-12-11, después de un desayuno frugal,  empezamos el ascenso hacia Huancaya por una ruta complicada: carretera de tierra, angosta y de doble vía, solitaria, con abismos profundos. Fue una ventaja viajar en la mañana porque en las tardes la lluvia era casi segura. Nuevamente Vladi se puso adelante y abrió el camino tocando el claxon antes de cada curva. La vida se puso de nuestro lado y nos protegió por todo el camino y nos regaló a cada paso un paisaje natural único: ríos, cataratas, lagunas, cerros, pájaros y patos silvestres, etc.  Y al llegar a Huancaya se nos abrieron las puertas del buen alojamiento "Brisas de Mayo", al borde del río.  Allí almorzamos, cenamos y recibimos el Año Nuevo.







Al amanecer del día 01-01-12, nuevamente la vida nos sonrió, pues, salimos en compañía del Sol a apreciar las bellezas de Huancaya, incluida su gente y su fiesta de Los Negritos. 
Fin de la aventura. 
Retornamos en caravana tomando las mismas precauciones. Felizmente no tuvimos nada que lamentar, ni siquiera un pinchazo en las llantas.
En resumen, una excelente manera diferente de recibir un nuevo año, acompañado de mi amada familia, bebiendo a cada paso la energía de la naturaleza, del aire puro, de las tormentosas cataratas, de la fuerza de los vientos, de las portentosas montañas, de los ríos de agua cristalina, de las nubes, de las lluvias torrenciales y de las aves libres gozando de su propio paraíso.  
Ahora puedo gritar a los cuatro vientos: 
¡Gracias Chalito y Aída! 
¡Gracias Vladi, Emi, Vili y Nastia! 
¡Gracias Mivi y David! 
¡Gracias a Huancaya y a toda su gente! 
¡Gracias a la Vida!...








Fotos: Chalito y Cipa