jueves, mayo 31, 2007

"Mi foto es un símbolo de la guerra..."


"La fotografía de una niña corriendo despavorida por una carretera, desnuda y abrasada por el napalm fue la imagen de la guerra de Vietnam. Y la que mejor ha reflejado el impacto de los conflictos en la infancia. Han pasado 35 años y Kim Phuc, la famosa niña de la foto, ha vuelto a recordar ese horror, durante un acto de apoyo a la campaña 'Reescribamos el futuro' de Save the Children.

"El 8 de junio de 1972, todos estábamos escondidos en el templo. Los soldados escucharon a los aviones sobrevolando el lugar y gritaron, ¡corran, corran! Corrí con mis hermanos y mis primos, y cuando me quise dar cuenta había perdido mi ropa, y mi piel empezaba arder. El dolor era tan terrible que perdí la consciencia", ha relatado en un perfecto español la actual directora de una Fundación que lleva su nombre, que entonces tenía nueve años.

Kim sufrió quemaduras en el 65% de su cuerpo, pero Nick Ut, el fotógrafo vietnamita autor de la foto que dio la vuelta al mundo y ganó el Pulitzer en 1973, la recogió, la llevó a hospital y le salvó la vida. Permaneció hospitalizada 14 meses y ha sufrido 17 operaciones, pero sobrevivió.

"Yo no sabía lo que era el dolor. Me había caído de la bicicleta alguna vez, pero el napalm es lo peor que puedan imaginar. Es quemarte con gasolina por debajo de la piel. Me desmayaba cada vez que las enfermeras me metían en la tina y cortaban la piel muerta. Pero no morí. Dentro de mí había una niña pequeña y fuerte, que quería vivir", ha señalado.

Si no fuera por las cicatrices que deforman su cuerpo, al verla hoy con su sonrisa permanente y su buen humor, nadie imaginaría su drama personal.
Pero la recuperación no fue fácil. "Tuve lástima de mí misma. Quería ponerme camisetas de manga corta y no podía. Miraba mis brazos y me preguntaba ¿por qué a mí? Llegué a pensar que no tendría novio, ni me casaría, ni tendría un bebé", afirma Kim, quien asegura que logró superarlo "gracias al amor de mi familia y de Dios"...

La fotografía de Nick Ut ha controlado la vida de esta mujer, frágil como una flor de loto por fuera, pero con una voluntad interior de hierro. Cansada de intentar escapar, Kim decidió trabajar con esta imagen. "Mi foto es un símbolo de la guerra, pero mi vida es un símbolo de amor, esperanza y perdón".

El Mundo, España, 31-05-07