viernes, febrero 24, 2006

Kimonos al estilo peruano

No es la primera vez que un japonés (los hay ilustres... como el artista y diseñador japonés Michihisa Kawakami) se enamora del Perú.

Nuestro querido Raúl García Zárate, cuenta la siguiente anécdota: "Al final del concierto (en el Palacio de la Guitarra de Tokio) me sorprendió una pareja de japoneses con vestimenta huamanguina, y al abrazarme la chica me dice en quechua: “No me olvides” (Ama qonqahuaychu). ¿Ustedes saben quechua?, les pregunto. “Claro, nosotros cantamos sus melodías”, me responden".

¡Francamente conmovedor! ¡Increible! ¡Don Raúl debe haberse emocionado hasta las lágrimas!

La mayoría de los peruanos no conocen y menos hablan el quechua. Y los hay quienes se avegüenzan de hablar el idioma de los incas. Los sucesivos sistemas educativos, desde la época colonial, son responsables de que no se sienta orgullo por lo nuestro. Para revertir esta actitud antipatriótica, tendría que ser obligatorio enseñar el quechua desde la infancia. Podemos iniciar el cambio inmediatamente accediendo al Curso de Quechua en el siguiente link: http://www.yachay.com.pe/especiales/quechua/

Pero vayamos a la emocionante noticia que detalla El Comercio del dia de hoy, 24-02-06:

"Las alturas majestuosas de Machu Picchu, así como diversos diseños geométricos preíncas e incas, son los que el afamado artista y diseñador japonés Michihisa Kawakami decidió estampar en los faldones de los kimonos que confecciona, piezas fabricadas en seda natural y terciopelo que alcanzan precios de hasta 2 millones de yenes (US$17.500) en el mercado local.

Confeccionados enteramente a mano, de acuerdo con los modelos de los kimonos tradicionales, y siguiendo técnicas ancestrales de tejido como la denominada oshimatsumugi, cada una de las 20 piezas que forman la colección demoró dos años en ser terminada, cálculo dentro del cual se debe tomar en cuenta todo el proceso de teñido de la tela, así como el trenzado de los hilos.

Kawakami no solo se dedicó a plasmar las ruinas de Machu Picchu en sus creaciones, así como aspectos de la cultura Chancay y los andenes incas, entre otras cosas, sino que quiso hacerlo de la forma más natural: usando colorantes propios de nuestro país los cuales fabricó en base a conchas, tierra y cochinilla, con el fin de darle a su obra las tonalidades propias de la época incaica...

"Siempre tuve mucho interés por la historia del Perú. Debido a ello, hace tres años viajé a conocer Machu Picchu y al verlo, me sentí profundamente conmovido. Tanto que decidí expresar ese sentimiento plasmándolo en mis kimonos", explicó Kawakami durante una gala organizada por la Embajada del Perú en Tokio, en la cual no solo mostró la colección con motivos peruanos, sino varios de los kimonos más valiosos y famosos del museo Kawakyu, propiedad de su empresa".