domingo, julio 24, 2005

Contaminación ambiental atenta contra los archivos y archiveros

Hace poco se ha inaugurado el nuevo local del Archivo General de la Nación (AGN) en el centro de Lima, Perú. Asimismo el AGN continúa albergando el Patrimonio Documental en una parte del local del Palacio de Justicia, también ubicado en el centro de Lima.

¿Pero el centro de Lima, donde impera la polución ambiental, será el lugar adecuado para conservar documentos de valor histórico y proteger la salud de los archiveros? ¿Por qué pensar en un local para el AGN en el centro de Lima, junto a la sede del Poder Ejecutivo y la Municipalidad de Lima, casi siempre focos de la ira popular? ¿Sólo por brindarle comodidades a los investigadores y a los usuarios? ¿Por qué no pensar guardar nuestro Patrimonio Documental en un lugar más benigno, un lugar donde haya menos contaminación ambiental, menos humedad, un lugar menos expuesto a siniestros provocados por manifestantes (quema de llantas, uso de bombas molotov) y la respuesta de la policía (gases lacrimógenos)? ¿No sería más benéfico para los documentos y los archiveros optar por espacios lejanos al centro de Lima, por ejemplo Chosica o Chaclacayo?
Si se ha conseguido un local en el centro de Lima también se podría intentar ubicar y pugnar por un local en las afueras de Lima.


Y... ¡ojo!... En el centro de Lima no sólo existe Patrimonio Documental en el AGN. También hay documentos de altísimo valor histórico en muchas entidades públicas y privadas.

En varias ediciones del mes de Julio-2005, el diario "El Comercio" llamó la atención acerca de la gravedad de la contaminación en Lima, especialmente en el centro:


“Una preocupante relación entre calidad de aire y niveles de mortalidad encontró el Consejo Nacional del Medio Ambiente (CONAM). En un reciente estudio, se señala que cuatro de cada cien muertes en Lima y Callao podrían ser atribuidas a la contaminación atmosférica por partículas nocivas que circulan en el aire.

La presencia de contaminantes en el aire de Lima excede largamente los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), institución que atribuye a muchas de las partículas suspendidas en el aire un efecto cancerígeno.

El Perú permite hasta 5.000 partes por millón (ppm) de azufre en los combustibles, cien veces más de lo recomendable. El único estudio realizado sobre consecuencias, costos y contaminación del aire determinó que el año 2000 la muerte de 3.453 personas podía ser atribuida a los altos niveles de polución.

El Perú es el único país de la región donde la ley permite que el petróleo tenga 10.000 ppm de azufre, pues los estándares internacionales recomiendan alcanzar 50 ppm. Una evaluación hecha por Osinerg en las refinerías localizó este año hasta 5.000 ppm de este tóxico elemento: 100 veces más de lo ideal.

En Lima circulan alrededor de 825 mil unidades vehiculares con un promedio de 16 años a cuestas. Según el Plan Integral de Saneamiento Atmosférico (PISA) de la Municipalidad de Lima, estos son los responsables del 70% u 80% de las emisiones totales de los contaminantes del aire. Aun más. Según el mismo plan, se estima que este año se producirá más de 18 mil toneladas de material particulado y 668 mil toneladas de monóxido de carbono. Los cálculos para los próximos años no son alentadores: si no se hace algo pronto, el 2025 el material particulado podría alcanzar las 46 mil toneladas. Esto se suma a otros agravantes, como la falta de mantenimiento de los vehículos, la ausencia de revisiones técnicas que permiten controlar la emisión de gases contaminantes y la mala calidad del combustible".

Los agentes contaminantes

El azufre
Se encuentra presente en el combustible diésel y sus derivados. El humo, producido por la combustión, posee dióxido de azufre.

Dióxido de azufre (SO2)
Este contaminante al contacto con la humedad ambiental se convierte en ácido sulfúrico. Forma parte del material particulado en su fracción fina y, por su tamaño, puede llegar a través del aparato respiratorio a nuestra sangre, envenenándola.

Efectos en la salud
Opacamiento de la córnea (queratitis).
Dificultad para respirar.
Inflamación de las vías respiratorias.
Irritación ocular por formación de ácido sulfuroso sobre las mucosas húmedas.
Alteraciones psíquicas.
Edema pulmonar.
Paro cardíaco.
Colapso circulatorio.

El dióxido de azufre (SO2) también se ha asociado a problemas de asma y bronquitis crónica, aumentando la morbilidad y mortalidad en personas mayores y niños.

Material particulado respirable (PM10)
El PM10 se puede definir como partículas sólidas o líquidas, como polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen dispersas en la atmósfera.

Otras sustancias que pueden estar presentes en las partículas son el plomo, arsénico, berilio, cadmio, mercurio, sulfatos, nitratos e hidrocarburos policíclicos aromáticos.

Efectos en la salud
La mayoría de las partículas se depositan en las vías aéreas superiores (nariz), en la tráquea y los bronquios. Los efectos en salud vinculados a la exposición prolongada a este contaminante son:

Aumento en la frecuencia de cáncer pulmonar
Muertes prematuras
Síntomas respiratorios severos
Irritación de ojos y nariz
Agravamiento en casos de asma
Agravamiento en caso de enfermedades cardiovasculares
Su acumulación en los pulmones origina enfermedades como:
Silicosis
Asbestosis

El lavado de calles, la reforestación y la creación de áreas verdes son algunas de las medidas para disminuir el polvo en suspensión; la mejora de los combustibles, el control de las emisiones en vehículos e industrias; el uso del gas natural y el desincentivo del uso del automóvil, son otras de las medidas para disminuir las concentraciones nocivas.

El monóxido de carbono
Es un gas tóxico que se produce cuando los combustibles de carbono (gasolina, carbón y petróleo) se queman de forma incompleta.


Algunos de los síntomas más comunes incluyen los siguientes:
Dolor de cabeza.
Mareos.
Debilidad.
Náuseas y vómitos.
Pulso acelerado del corazón.
Convulsiones.
Paro cardiaco.
Pérdida de audición.
Visión borrosa.
Desorientación.
Pérdida del conocimiento o coma.
Fallo respiratorio".