jueves, agosto 07, 2008

La Oveja Rosa decide reposar sus huesos por un rato

Josefina Barrón, ha decidido dejar por un tiempo su blog y seguramente algunas otras cosas que la mantenían atormentada y a cien por hora. Su historia es muy ilustrativa y nos enseña la importancia de alternar el trabajo intenso con el descanso, la vida acelerada con momentos de paz.

¿Estamos un poco alertas y observamos nuestro diario quehacer?


Aquí la carta de la Oveja Rosa:
"O ruedo yo o mando a rodar
Los días se me habían vuelto ríos revueltos. Tormentas de palabras, reuniones, llamadas por teléfono, correos electrónicos, mensajes de texto, sonidos, puertas que se abren, gente que habla. Mi agenda de Maitena ya no me hacía reir, pues ni tiempo tuve para mirar los dibujitos de mujeres horribles que tiernamente aparecen en sus páginas. Mi agenda era un tumulto de horas, un bodoque en sánscrito, a las siete, a las ocho, a las diez, a la una, a la una y cuarto, y así en adelante yo era llevada como una hoja por el viento hacia la deriva. Tuve poco espacio para escuchar a Rachmaninov, para rayarme con Linkin Park, para darme con que respiraba, para contemplar el árbol que me ama, para comerme un helado de chocolate, para rezar un poquito al papalindo, para mirar el techo profundísimo de mi cuarto, para nadar en las cálidas sábanas de mi enorme cama, para advertir un nuevo lunar en mi pecho. No. Basta. O ruedo yo o mando a rodar, me dije. Quizás quiero ser una novicia rebelde, retozar en la hierba, quizás una musaraña, una gota de rocío. Un poco de dialéctica en la playa. Pero no la víctima de la vehemencia, la mía y la de todos los otros que esperan algo de mí. Quizás debo retirarme y reposar mis huesos por un rato. Quizás debo dejar de correr y aprender a caminar. Y poner en la alforja algo para después, algo para cuando me canse de caminar y quiera acelerar nuevamente el paso. Por eso les escribo esta carta. La Oveja Rosa necesita ser trasquilada. Lo pide a gritos. Y mientras le crece la lana, La Oveja Rosa prefiere guardarse. Unos meses y regresa a este su blog; cuando Papá Noel se vaya y los Reyes Magos bajen, La Oveja Rosa bajará con ellos, con la mirra bajo el brazo y el balido fresco.
No piensen que me he ido. Piensen que me he ausentado y que volveré para joderles la vida un poquito. Pues oveja que no jode, es hombre, y yo por eso, soy oveja muy hembra.
Hasta muy pronto, mis queridos lectores. Volveré cuando todos se hayan ido. Y los traeré de vuelta con alguna barrabazada". Caretas, 07 agosto 2008)