jueves, junio 12, 2008

Habla J.K. Rowling

"P. Es una experiencia cercana a todos. Cuando uno ha visto la muerte en una persona cercana se pregunta cómo será esa mirada que ya nunca veremos, qué pasará después.


R. Definitivamente. Y me resulta extraordinario que a pesar de que todos sabemos que vamos a morir, la muerte sigue siendo un misterio. Pensamos que la muerte es como algo secreto que le ocurre a muy poca gente. Y de pronto alguien cercano se muere y entonces cae la bomba. Inmediatamente uno se da cuenta de que la muerte nos llega a todos. Todos vamos a morir. Harry tiene un entendimiento precoz de la muerte, mucho antes de ese capítulo 34. Y eso tiene un evidente paralelismo con mi vida. Si alguien de tu vida cercana se muere, como se murió mi madre, se vuelve explícito el hecho de que la muerte nos llega a todos. Y es algo con lo que has de vivir siempre.


P. Precisamente García Márquez es el que dice, con ironía, “ahora se muere gente que antes nunca se moría”.


R. Exacto. Es así.


P. Y dice el profesor, en este libro, después del capítulo en el que Harry se acerca a la muerte: “No tengas pena de los muertos, Harry, sino de los que están vivos. Y, sobre todo, de aquellos que viven sin amor. Si vuelves, quizá puedas evitar más muertes y más heridos, más familias rotas”. Alguien que dice eso tiene que haber tenido ambas experiencias: la vida, la muerte, y el desamor.
R. Sí, remite a la idea de que si tratas brutalmente a una persona, esa persona se volverá brutal. Eso no lo conseguimos aprender. Continuamos maltratando a la gente, con la esperanza de que aprendan. Pero lo único que aprenden es a ser brutal, y el ciclo se repite. ¿Cómo paramos ese proceso? Si le contestara sería un político, no una escritora. Pero ese proceso debe parar. Porque lo único que hacemos es convertir a la gente en asesinos...


P. ¿Qué le hace feliz?


R. La familia y el trabajo, obviamente. Me considero tan afortunada de tener una familia. Cuando tuve a mi hija ya me sentía afortunada. A pesar de haberme separado, pensaba: por lo menos tengo una hija. Muchas mujeres no pueden tener hijos. Y tengo tanta suerte de haber encontrado a otro hombre con el que tuve otros dos hijos. Mis hijos son, por encima de cualquier cosa, lo más importante. Aunque es muy difícil compatibilizar el escribir con ser madre...


P. El final es conmovedor: “La cicatriz [de Harry] seguía allí y después de diecinueve años ya no duele”.


R. Es simbólico. Todos repetimos la mentira una y otra vez: la de que el tiempo lo cura todo. Y no es verdad. Hay cosas que no se curan; algunas cosas no pueden corregirse ni curarse. Cuando alguien a quien quieres se muere, nunca llegará un momento en el que te olvides o que no recuerdes. Lo que me permite el tiempo es aprender a vivir con esa pérdida. Entonces te acostumbras a vivir con ese vacío y puedes seguir funcionando. Pero eso no es curar. Me pareció interesante el hecho de que mucha gente especulara sobre el futuro de Harry, sobre su cicatriz. Decían que la cicatriz iba a desaparecer, pero la cicatriz siempre fue para mi un signo simbólico de algo que no podía corregirse. No duele pero sigue allí.


P. Escribe ahí también: “Harry Potter, el niño que sobrevivió”. Lo dice el maestro, y dice que sobrevivió porque fue fiel a sus convicciones, gracias a ello venció Voldemort. ¿Usted es así?


R. Me gustaría poder decir que sí porque creé un héroe con atributos heroicos. Leí en algún sitio: “Un héroe no es más valiente que los demás. Es tan solo valiente durante cinco minutos más”… Harry es así. Siente el miedo en el libro cinco. Por eso es tan oscuro ese libro. Y tiene una especie de ataque de nervios. Llega un momento en que se pregunta: “¿Por qué yo? ¿Por qué me sucede esto a mi? Ya estoy harto de esto”. Pero luego se pone en pie y es valiente durante cinco minutos más. Volviendo a su pregunta, ojalá fuera así yo mismo, pero la verdad es que nunca me he tenido que probar en ese sentido..."


Extractos, Entrevista aparecida en El País, 08-02-2008


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