Se trata de La Doncella, encontrada en esa provincia norteña en 1999, junto con otros dos niños en la cima del volcán Llullaillaco.
La joven, aparentemente de unos 15 años, es exhibida a través de una vitrina de seguridad. Está sentada, con las piernas flexionadas y los brazos apoyados sobre el vientre.
Su rostro, con gesto sereno, está enmarcado por su cabellera azabache peinada en pequeñas trenzas. Lleva un vestido marrón ceñido a la cintura por una faja con dibujos geométricos y tiene los hombros cubiertos por un manto sostenido por un prendedor de plata.
Los llamados Niños de Llullaillaco fueron encontrados a 6.730 metros de altura enterrados en el hielo, con temperaturas que descienden hasta los 37 grados bajo cero, sin recibir la luz del sol y con escasa humedad, lo que permitió que sus cuerpos se conservaran intactos....
Según los investigadores, los Niños del Llullaillaco fueron ofrendados por los incas a sus dioses durante un complicado ritual. Elegidos por su perfección física y su condición de nobles, fueron conducidos a la cima del volcán --el sitio arqueológico más alto del mundo-- para convertirse en protectores.
Se presume que La Doncella, que no parece ser de origen noble, habría acompañado a los dos pequeños --cuyas edades podrían ser de 7 y 9 años-- en su tránsito hacia la muerte, como una especie de niñera".
El Comercio, 08-09-07
Más información, ver el link del Museo de Arqueología de Alta Montaña, Salta, Argentina: